2011/04/20

Gnosis y la Semana Santa

Sin lugar a dudas la semana santa espara cualquier estudiante gnostico motivo de reflexion,por ese motivo quize en un primer momento compartir mis reflexiones contigo,pero una vez mas llego a la conclucion de que generalmente el resultado de tales reflexiones es muy útil pero para quien las hace,ya que al tomar una parte activa usando la conciencia libre para revolucionar la atrapada por el ego,el individuo recibe un alimento para su alma ,para su corazón,que lo impulsa a continuar en este camino a la conquista de su SER interior profundo.
Por ese motivo te presento hoy un estracto del libro "La Piedra Filosofal" por el V.M. Samael Aun Weor.
— Pero, ¿el Jesús histórico sí existió, Maestro?
El Jesucristo interior existe, y el histórico también existió. El mérito de Él
fue que hizo conocer la doctrina del Jesucristo íntimo particular de cada uno de
nos, allí está su mérito, El propagó la doctrina del Cristo íntimo. Por ejemplo,
Budha, su mérito, está en que enseñó la doctrina del Budha íntimo. Jesús de
Nazaret hace conocer la doctrina del Jesucristo íntimo de cada uno de nosotros.
Conque esto es Jeshua y Jeshua es Salvador. La Madre Divina Kundalini, antes de
ser fecundada, es la Virgen negra que está en los sótanos de todos los
monasterios góticos. A ella se le honra con velas, con veladores de color verde,
con la esperanza que algún día despierte el león verde, el fuego. Pero ya
fecundada por el Logos, es la Divina Madre, la Divina Concepción con el niño en
sus brazos. Ese niño que desciende se hace hijo de la Divina Madre de uno,
aguardando el instante de entrar en nuestro cuerpo para comenzar el proceso de
la Gran Obra. El Salvador de cada uno de nosotros, el Jesucristo interior, eso
es lo que cuenta. Nuestro Jeshua íntimo, nuestro Salvador, cada uno de nosotros
tiene que encontrar su Salvador interior.
— Maestro, ¿Jesús, encarnó al Cristo?
Jesús de Nazaret, el gran Kabir Jesús, Él hizo la Gran Obra y habló del
Jesucristo íntimo que es el Señor de la Gran Obra. El Drama Cósmico es el que
tiene que vivir nuestro Señor interior, dentro de nosotros mismos, aquí y ahora,
en el trabajo de la Gran Obra. Los tres traidores, por ejemplo, que son: Judas,
Pilatos y Caifás, son tres demonios. Judas es el demonio del deseo y cada uno lo
carga en su interior. Pilatos es el demonio de la mente, que siempre encuentra
justificación y evasivas para sus peores delitos. En cuanto a Caifás, es el
demonio de la mala voluntad en cada uno de nosotros, el traidor que cambia al
Cristo, mejor dicho, que prostituye la Religión. Caifás es un sacerdote, ¿qué es
lo que hace?, Convierte el Altar en un lecho de placer y copula con las devotas
y vende sus trajes, etc. En definitiva, Judas, Pilatos y Caifás, son los tres
traidores que traicionan al Cristo íntimo, ellos son los que le entregan a la
muerte y todos los millones de personas que piden su muerte, son los yoes de uno
que gritan ¡Crucifixia!, ¡Crucifixia!, ¡Crucifixia! ¡Sí!, Nuestro Señor interior
profundo es coronado con corona de espinas, y es azotado. Eso lo puede ver todo
místico. Por último, es crucificado, baja de la cruz y es colocado en su
sepulcro. Después, con su muerte, mata a la muerte y resucita allí vestido con
sus cuerpos de oro y posee su cuerpo especial terrenal, he ahí el misterio de la
Piedra Filosofal, dichoso el que la tenga, pues es un Maestro resurrecto.